Early in life, orchids get their nutrition by digesting mycorrhizal fungi (fungi living in plant roots). As they grow, most orchids also supplement this food with nutrients created through the process of photosynthesis.
Orchids can live off fungi when the orchids are dormant underground and during times of trouble, such as droughts or after a sudden increase in shade when photosynthesis is reduced.
Fungi that sustain orchids are selective about where they grow. They don’t always compete well against other fungi, many of which grow faster than orchid mycorrhizal fungi. According to Smithsonian molecular ecologist and orchid expert Melissa McCormick, the fungal network “tells the story of the environment.”
McCormick is using DNA sequencing to identify and describe the myriad types of fungi that live in orchid roots, most of which have yet to be described by scientists, or even named. Knowing what orchids need to grow is one more step toward being able to successfully reintroduce threatened species back into the wild.
En las primeras etapas de la vida, las orquídeas obtienen sus nutrientes mediante la digestión de hongos micorrizógenos (hongos que viven en las raíces de las plantas). A medida que crecen, la mayoría de las orquídeas también complementan este alimento con nutrientes que generan por medio del proceso de fotosíntesis.
Las orquídeas pueden vivir de los hongos cuando están latentes bajo tierra y en momentos de dificultad, como en las épocas de sequía o después de un aumento repentino de la sombra cuando se reduce la fotosíntesis.
Los hongos que dan sustento a las orquídeas son selectivos en cuanto a dónde crecen. No siempre compiten bien contra otros hongos, muchos de los cuales crecen más rápido que los hongos micorrizógenos de las orquídeas. Según Melissa McCormick, ecóloga molecular y experta en orquídeas de Smithsonian, la red de hongos “cuenta la historia del medio ambiente”.
McCormick está utilizando la secuenciación del ADN para identificar y describir los innumerables tipos de hongos que viven en las raíces de las orquídeas, la mayoría de los cuales aún no han sido descritos por los científicos, o incluso nombrados.
Saber qué necesitan las orquídeas para crecer es un paso más para poder volver a introducir con éxito especies amenazadas en la naturaleza.