Hovering
When it comes to flying, hummingbirds are in a league of their own. Their ability to rotate their wings creates lift on the up and down strokes, allowing them to hover in one place.
Unlike other birds, hummingbirds can fly in multiple directions, including backward and sideways. Their wings can beat up to 80 times per second. Hummingbirds spend up to 90 percent of their flying time hovering to feed.
Photograph by lensmatter
Why Do Hummingbirds Hover?
Hummingbirds have developed the ability to hover in order to feed on energy-rich nectar from flowers that other birds cannot reach.
Photograph by Richard Watt/MOD.
A Give-and-Take Relationship
Hummingbirds and the flowers they feed on have evolved to fit each other’s needs. Hummingbirds’ long beaks and tongues allow them to extract nectar from tubular-shaped flowers. At the same time, hummingbirds pick up pollen, which they carry onto the next flower, helping the plants reproduce.
Photograph by Chelsea Sampson
Revoloteo
Cuando se trata de volar, los colibríes están en una liga propia. Su capacidad para girar las alas genera elevación en los movimientos hacia arriba y hacia abajo, lo que les permite revolotear en un solo lugar.
A diferencia de otras aves, los colibríes pueden volar en múltiples direcciones, incluso hacia atrás y hacia los lados. Pueden batir sus alas hasta 80 veces por segundo. Los colibríes pasan hasta el 90 % de su tiempo de vuelo revoloteando para alimentarse.
Fotografía de lensmatter
¿Por qué revolotean los colibríes?
Los colibríes desarrollaron la capacidad de revolotear para alimentarse de néctar rico en energía de flores que otras aves no pueden alcanzar.
Fotografía de Richard Watt/MOD.
Una relación de reciprocidad
Los colibríes y las flores de las que se alimentan han evolucionado para adaptarse a sus necesidades mutuas. Los colibríes tienen picos y lenguas largos que les permiten extraer el néctar de flores con forma tubular. Al mismo tiempo, los colibríes recogen el polen, que llevan a la flor siguiente, con lo cual ayudan a las plantas a reproducirse.
Fotografía de Chelsea Sampson